jueves, 23 de marzo de 2017

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Los Cinco Minutos del Espíritu Santo



Te propongo que hagas un pequeño instante de profunda oración para que trates de reconocer al Espíritu Santo en tu interior y así descubras que la soledad no existe, porque él está.

Es importante que intentes hacer un hondo silencio, que te sientes en la serenidad de un lugar tranquilo, respires profundo varias veces, y dejes a un lado todo recuerdo, todo razonamiento, toda inquietud. Vale la pena que le dediques un instante sólo al Espíritu Santo, porque él es Dios, y es el sentido último de tu vida.

Trata de reconocer en el silencio que él te ama, que él te está haciendo existir con su poder y te sostiene, que él te valora.

Siente por un instante que su presencia infinita y tierna es realmente lo más importante. Y quédate así por un momento, dejando que todo repose en su presencia.
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Un pensamiento diario de San Agustín de Hipona

"Conceder el perdón"
Perdona para ser perdonado. Haciendo esto, nada se pide al cuerpo. Es la voluntad la que actúa. No sentirás dolor físico; nada perderás en tu casa. Ahora bien, en realidad, hermanos y hermanas, ¡ved qué malo es que aquéllos a quienes se ha mandado amar hasta a los propios enemigos no perdonan a un hermano o hermana que se arrepiente!   (Sermones 210,10)

Oración - Te ruego, mi Dios, que eres la Verdad, te ruego que perdones todos mis pecados.  (Confesiones 11,3)
 P. José Luis Alonso Manzanedo.

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